lunes, 14 de mayo de 2012

Bajas invernales

Este domingo aprovechando, ya por fin, un fin de semana de buen tiempo hemos ido mi suegro Emilio y yo a ver qué tal han pasado las abejas el invierno. La falta de actividad en la piquera de una de las colmenas ya nos hacía sospechar lo peor, y el abrir la colmena no ha servido más que para comprobar lo que ya sabíamos. Una de las colmenas no había sido capaz de superar el prolongado invierno gredense. Es descorazonador ver una colmena muerta de hambre; miles de abejas en el fondo de la colmena mientras algunas de ellas aparecen metidas de cabeza en las celdillas, muertas mientras buscaban algo miel. Se te queda un sentimiento de saber que han muerto por una negligencia, por no proveerlas del alimento que les permitiese pasar el invierno. Muchas veces es por quitar demasiada miel a las abejas, pero en este caso teniendo en cuenta que eran unos enjambres tardíos, de junio, no les quité nada y confié en que lo que pudieran recoger sería suficiente para llegar a la primavera. Por lo visto la población era demasiado grande para el alimento almacenado. Así que murieron de lo que mueren las abejas que se quedan sin combustible en invierno, murieron de frío. La conclusión que he sacado es que para este invierno les pondré sí o sí alimento suplementario para evitar lo que me ha ocurrido este año. Después de limpiar la colmena de las abejas muertas, nos hemos ocupado de la colmena viva y le hemos abierto la piquera. Hemos aprovechado los panales de la colmena muerta poniéndoselos a esta colmena para facilitarles el trabajo y que no pierdan de ese modo tiempo y energía en estirar las láminas de cera. Además le hemos puesto el alza para que si nos demoramos en volver tengan sitio y láminas para estirar. Esta colmena viva tiene buena actividad viéndose entrar y salir abejas con el polen en las patas. Está empezando la floración del piorno serrano (Cytisus purgans) y del brezo blanco (Erica arborea), además de haber ya otras muchas florecillas como campánulas y compuestas. Esperemos que esta abundante floración ayude al despegue de la colmena.