Por la piquera entraban y salían de las dos colmenas algunas de las abejas más valientes, pues el día estaba con nubes y claros y todavía frío. Observando con detenimiento se veía en la tablilla de la piquera restos de polen, probablemente de los alisos, avellanos o sauces que ya empiezan a florecer.
Previendo que no iba a haber mucha actividad en la colmena y como tampoco pensaba abrirlas se ha venido además mi hermano Ángel mi sobrino Javier para que viese como entraban y salían las abejas. Con diferencia más que las abejas le gustó el traje, aunque le quedase un poco grande.
Con un ayudante así, no hay duda de que sacarás la cosecha adelante. Estás formando a las futuras generaciones de apicultores.
ResponderEliminarSin querer restar protagonismo al apicultor y al ayudante, quiero hacer una mención especial para el HÉROE que debería estar de la cámara de fotos.
ResponderEliminarEsperemos una gran cosecha!!
Se ve claramente que el ayudante es utilizado como parapeto del apicultor, pero todo se arregla recompensándole con un buen bote de miel!
ResponderEliminarHabrá que ir pensando en comprar el centrifugador ¿no?
Como bien se ha dicho las futuras generaciones están garantizadas. Y no sólo eso; ya hasta nos parece normal que alguien tenga colmenas y se dedique a esto en sus ratos de ocio.
ResponderEliminarVeo que se están creando grandes expectativas con la cosecha. Estimo que, si ya iban a durar poco tiempo con el socio y demás parientes devoradores de miel que tienes, si se empieza a conocer van a haber disputas serias por un zarpazo de miel. Yo casi doy por hecho que no la pruebo.
Ya nos contarás qué tal están las muchachas ahí dentro agitando sus alas para mantener el calor en invierno.