Por la piquera entraban y salían de las dos colmenas algunas de las abejas más valientes, pues el día estaba con nubes y claros y todavía frío. Observando con detenimiento se veía en la tablilla de la piquera restos de polen, probablemente de los alisos, avellanos o sauces que ya empiezan a florecer.
Previendo que no iba a haber mucha actividad en la colmena y como tampoco pensaba abrirlas se ha venido además mi hermano Ángel mi sobrino Javier para que viese como entraban y salían las abejas. Con diferencia más que las abejas le gustó el traje, aunque le quedase un poco grande.